Viviendo En El Poder Del Espíritu Santo Pt 2

Viviendo En El Poder Del Espíritu Santo (Gálatas 5:16-18)

 

Introducción

 

  • La carne – no puede ser regenerada, transformada ni enseñada, porque la carne, solo puede ser restringida o negada de sus deseos. Y solo puede ser disciplinada (I Corintios 9:27).
  • ¿Por qué? Porque será transformada completamente y en plenitud en la venida de Cristo, donde la presencia del pecado será erradicada para siempre; y tendremos la glorificado (Filipenses 1:6; I Juan 3:2-3; Romanos 8:29-30).

 

La lucha continua del creyente es en contra de la carne

 

  • Pablo tenía dos propósitos con los creyentes Gálatas:
    • Uno, de ayudarlos a distinguir entre las obras de la carne no regenerada, y el bendito fruto que produce el Espíritu Santo para que anden y vivan por el poder de Su fruto (Galatas 5:17).
    • Dos, para que luchen con el poder del Espíritu de Dios, de andar bajo loa influencia y poder del Espíritu Santo en sus vidas (Gálatas 5:16).

 

  • ¿Por qué estos dos propósitos son importantes?
    • Porque no hay condenación ni muerte, porque la ley del Espiritu de vida nos ha librado de la ley de pecado y muerte (Romanos 8:1-2).
    • Pablo enfatiza a todos los hijos de Dios, la necesidad e importancia de ser guiado por el Espíritu de Dios (Gálatas 5:18; Romanos 8:14 y 16).
    • Cuando leemos la expresión “pasiones carnales” en la Biblia, va mucho más allá de pecados extremos, ya que en la lista de Gálatas pone al mismo nivel la idolatría y la inmoralidad sexual a la enemista y la envidia (Gálatas 5:19-21}.

 

  • Nuestro Padre Celestial espera que nos ocupemos en nuestra santificación y no en los deseos de la carne (I Tesalonicenses 4:3-8)

 

  • Somos llamados libertad para santidad (Gálatas 5:13-15)
    • La falsa libertad – es una libertad que nos lleva al individualismo que está relacionada al “yo”, y al “egoísmo” que es idolatría al “Yo”, sirviéndoles a sus preferencias individualista.
    • Pero, la verdadera libertad – viene de estar en Cristo, y de permanecer en Su palabra (Juan 8:31-36).

 

  • El someter nuestra vida para andar en el Espíritu, para hacer la voluntad de Dios
    • Cuando el Espíritu viene a morar en nosotros, no viene a imponer Su voluntad, sino que viene a capacitarnos para ejercer nuestra voluntad conforme a la voluntad de Dios.
    • Se requiere la obediencia en lo que Dios produce en nosotros por Su Espíritu, ESE “querer y hacer” por su buena voluntad (Filipenses 2:13).

 

  • ¿Qué es la voluntad del hombre?
    • La voluntad del hombre – es el órgano que dispone para hacer decisiones.
    • La voluntad del hombre – es su piloto por medio del cual navega por el mar de la vida. La voluntad es diferente a la emoción y a la mente del hombre.
    • Nuestra emoción – meramente expresa lo que sentimos. Nuestra mente – simplemente expresa lo que pensamos. Pero nuestra voluntad – comunica lo que queremos.
    • El Dios Creado le dijo al hombre – de todo árbol del huerto podrás comer; más del árbol de la ciencia del bien y del mal no comerás; porque el día que de él comieres, ciertamente morirás (Génesis 2:16-17).
    • ¿En que forma Dios le dio el mandamiento?  Dios prohibió y persuadió, pero no obligo.
    • Si Adán hubiera estado dispuesto a escuchar la palabra de Dios, hubiera sido Adán el que hubiera decidido hacerlo.
    • Pero si NO quiso escuchar y comió, ni aun Dios podía habérselo impedido; esto es la voluntad libre o el libre albedrio. Porque Dios pone la responsabilidad en el hombre de comer o no comer.
    • Por amor, Dios le dio el mandato de antemano; a causa de Su justicia, no quería forzar al hombre a hacer lo que éste NO quería hacer.
    • Podemos decir que hay dos voluntades, la voluntad de Dios, santa y perfecta, y la de Satanás, contaminada y contaminante.
    • Cuando el hombre {Adán} escucho al Satanás se rebela y contesta con un eterno NO a la voluntad de Dios, y permanece en un eterno SI a la de Satanás.
    • La esencia del hombre está en su voluntad, porque expresa lo que él es fundamentalmente, lo que desea y lo que quiere.

 

 

Conclusión

 

  • El hombre puede unirse a Dios en la mente hasta cierto punto; puede estar de acuerdo con Él en su sentimiento hacia muchas cosas; pero la unión decisiva y perfecta es la voluntad del hombre, con la voluntad divina.

 

  • Estamos unidos al Señor en dos maneras:
    • La primera manera es la unión de vida, que se da en el momento en que somos justificados y regenerados y recibimos Su vida, así como Él vive por su Espíritu, también nosotros nos encontraremos viviendo por Su Espíritu Santo.
    • La segunda manera es la unión de la voluntad, y lo que expresa esa nueva vida de Dios es la voluntad del hombre.
    • La unión de vida es espontánea porque recibimos una nueva vida y esta nueva vida es la de Dios, pero la unión de voluntades no es tan simple ni tan espontánea, porque nuestra voluntad está relacionada a nuestro yo.
    • A través de la desobediencia perecimos todos, pero por la obediencia de Cristo fuimos salvos. Antes, éramos hijos de desobediencia; hoy Dios quiere que seamos hijos de obediencia.
    • La desobediencia significa – seguir la propia voluntad del yo; y la obediencia significa seguir la voluntad de Dios. El Señor se deleita que Su pueblo desee lo que Él desea y haga lo que Él dice (Mateo 3:15-17).

 

Email my notes