La Ira De Dios Es Santa Y Justa
Introducción
Pablo nos habla de la esperanza bendita del creyente (Tito 2:11-14)
- Pablo nos habla como los creyentes deben vivir en los últimos días esperando la venida del Señor “el rapto”:
- Pablo nos dice que fuimos salvos por la gracia de Dios; y que esa gracia nos enseña (V:11).
- La gracia nos enseña a renunciar a la impiedad y los deseos mundanos, y vivamos sobria, justa y piadosamente (V:12).
- La gracia nos enseña que aguardemos y viviendo con una expectativa gozosa por los que están siendo entrenados por la gracia de Dios, en la espera de la manifestación gloriosa del gran Dios y Salvador Jesucristo que nos salva de Su ira (V:13-14).
¿Cuándo comienza la ira de Dios?
- Aquí es donde surge la confusión, porque muchos piensan que la ira de Dios es toda la semana 70 de Daniel, y de ahí es la creencia del rapto antes de la tribulación.
- No toda la semana 70 de Daniel es la ira de Dios, que hay dos fuentes de ira; una es la de Satanas y la otra es la de Dios (Apocalipsis 8:5-13; 9:1-21; 16:1-17, hasta el Capitulo 19:11-21).
- La ira de Dios procede de toda Su perfección de Su carácter Santo y Justo
- Es triste saber que hay cristianos que piensan que deben disculparse por la ira de Dios, Él no oculta los hechos.
- Dios es santo y odia el pecado, y por cuanto Él es Juez justo, su enojo arde contra el pecado del impío (Deuteronomio 32:41; Salmo 7:11).
- Ahora, la ira de Dios es tanto una perfección divina, como lo es Su fidelidad, Su poder o Su misericordia.
- Porque en Dios no hay mancha alguna, ni el más mínimo defecto en el carácter de Él; sin embargo, lo habría si la ira estuviera ausente de Él.
- ¿Cómo podría Dios, que es la suma de toda excelencia, mirar con satisfacción la virtud y vicio, o la sabiduría y la locura?
- ¿Cómo podría Dios, que es infinitamente santo, ignorar el pecado y negarse a manifestar Su severidad hacia el pecado? (Romanos 11:22).
- ¿Cómo podría Dios, que se deleita sólo en lo puro y lo hermoso, no detestar y odiar lo que es impío y vil?
- Porque la naturaleza misma de Dios hace que el infierno sea una necesidad como requisito imperativo y eterno, tal como lo es el cielo.
- La ira de Dios es Su aborrecimiento de toda impiedad e injusticia de los hombres que detienen con injusticia la verdad (Romanos 1:18).
- Robert Haldane comenta: Que la ira de Dios fue revelada cuando se pronuncio por primera vez la sentencia de muerte del hombre, la maldición de la tierra y el hombre fue echado del paraíso.
- La ira de Dios se revelo en el diluvio y en la destrucción de las ciudades de Sodoma y Gomorra con fuego y azufre del cielo.
- Pablo nos dice en romanos 8, que la creación anhela ardiente por la manifestación de los hijos de Dios (8:19-21).
- La ira de Dios fue revelada desde el cielo, cuando Su Hijo experimento el castigo en la cruz por los pecados del hombres en su sufrimientos, y muerte de la manera más horribles que son todas las señales que Dios mostro Su desagrado contra el pecado.
- Por eso, hay dos revelaciones dadas desde el cielo: Una es la gracia y la otra es la ira.
- Cuando toda persona divaga de la gracia en sus corazones para no arrepentirse y no quiere conocer Sus caminos; Dios juro en Su furor {ira}, que no entrarían en Su reposo (Salmo 95:10-11).
- Hay dos ocasiones en que Dios hace juramento: Uno cuando hace promesas, y el otro cuando pronuncia juicio (Génesis 22:16-17; Deuteronomio 1:34-36).
- Así que el Eterno Dios jura tanto por Su santidad, así como por Su furor {ira} (Salmo 89:35; 95:11).
Quisiera que reflexionemos sobre la ira de Dios
- La ira de Dios – es una perfección del carácter divino con la cual necesitamos meditar con frecuencia.
- En primer lugar, la ira de Dios nos conduce a estar debidamente impresionados por el aborrecimiento del pecado por parte de Dios. Porque siempre somos propensos a considerar el pecado a la ligera, y pasar por alto cuan detestable es el pecado y a poner excusa con respecto a él.
- En segundo lugar, la ira de Dios nos conduce a tener un verdadero temor reverente a Dios nuestras almas (Hebreos 12:28-29).
- En tercer lugar, la ira de Dios nos conduce a disponer nuestras almas en ferviente alabanza por haber sido librados de la ira venidera (Romanos 5:9; I Tesalonicenses 1:10).
- Si no meditamos sobre la ira y el amor de Dios, sepamos esto: Nuestra disposición o nuestra renuncia a meditar sobre Su ira, se convierte en una prueba segura de la verdadera actitud de nuestros corazones hacia Dios.
- Entonces, si no nos regocijamos, realmente en Dios, por lo que Él es en sí mismo, ¿Cómo habita el amor de Dios en nuestros corazones?
- Cada uno necesita estar en guardia y en oración, en contra de la idea de IDEAR una imagen de Dios en nuestros pensamientos que siga el modelo de nuestras propias INCLINACIONES MALVADAS (Salmo 50:21-23).
Conclusión
- ¿Quién podrá sostenerse de pie? Cuando el mismo Hijo de Dios, cuando tembló el peso de Su ira (Marcos 14:33; Lucas 22:41-44; Hebreos 5:7).
- ¡Oye amigo y hermano que me escucha, si tú no has huido en busca del refugio de Cristo, el único Salvador, ¿Cómo harás si abusa de la bondad de Dios!
- No dejo de admirar el milagro más grande del mundo, que es la paciencia y la generosidad de Dios para con una humanidad ingrata.
- Fíjate un rey perseguía a un enemigo y se escondió en un lugar, pero el rey no le envía provisiones, por el contrario, le asedia el lugar y hace todo lo posible para que muera de hambre.
- Pero el gran Dios, que podría llevar a todos sus enemigos a la destrucción, sin embargo, los soporta y los mantiene a su costo diariamente.
- ¡Por tanto, huye mi oyente, huye a Cristo! ¡Huye de la ira de venidera, y has fruto digno de arrepentimiento antes que sea demasiado tarde! (Mateo 3:7-8; Lucas 12:5).