Efesios 4:26-27 RVA2015

Enójense, pero no pequen; no se ponga el sol sobre su enojo (ira) ni den lugar al diablo.

Tres Pasos Para Vencer El Enojo:

#1) ENÓJENSE

• El enojo es una emoción natural, un sistema de alerta dado por Dios para dejarnos saber cuando algo anda mal.
• Nuestros sentimientos de enojo son sentimientos saludables dados por Dios para provocar un final justo.
• El enojo no saludable promueve conductas destructivas.
• Este comportamiento destructivo es la razón por la cual el enojo no saludable es tan perjudicial para las relaciones.

#2) NO PEQUES

• El paso más crítico para evitar que el enojo se vuelva destructivo es sometiéndolo al Señorío de Jesucristo.

Hebreos 4:16 NTV

Así que acerquémonos con toda confianza al trono de la gracia de nuestro Dios. Allí recibiremos su misericordia y encontraremos la gracia que nos ayudará cuando más la necesitemos.

• Gran parte de la destrucción en nuestras vidas se debe a una falta de voluntad de confiarle a Dios nuestros problemas y dolores.
• Debemos aprender a tomar nuestros sentimientos de enojo y expresarlos abiertamente ante el trono de Dios en oración.

Lucas 6:27 NTV

»A los que están dispuestos a escuchar, les digo: ¡amen a sus enemigos! Hagan bien a quienes los odian.

#3) ENFRÉNTALO (Lidia Con El Enojo)

• Siempre que permitimos irnos a la cama enojados, hay dos cosas peligrosas que comienzan a suceder.
• Primero, nuestro enojo comienza a profundizar más en nuestra mente inconsciente.
• Segundo, el enojo no resuelto le da al diablo acceso a nuestras emociones.

Juan 8:44 NTV

Pues ustedes son hijos de su padre, el diablo, y les encanta hacer las cosas malvadas que él hace. Él ha sido asesino desde el principio y siempre ha odiado la verdad, porque en él no hay verdad. Cuando miente, actúa de acuerdo con su naturaleza porque es mentiroso y el padre de la mentira.

Apocalipsis 12:10 NTV

Luego oí una fuerte voz que resonaba por todo el cielo:

«Por fin han llegado la salvación y el poder, el reino de nuestro Dios, y la autoridad de su Cristo. Pues el acusador de nuestros hermanos —el que los acusa delante de nuestro Dios día y noche— ha sido lanzado a la tierra.

• Cuando permitimos que el enojo se asiente en nuestra mente y corazón, voces demoniácas pronto comienzan a avivar las llamas del resentimiento hasta convertirlos en candentes emociones de odio y venganza.
• Debemos lidiar con nuestro enojo, o el enojo lidiará con nosotros.

Las Ocho Anclas del Enojo:

1) EL ANCLA DE LA FALTA DE PERDÓN Y JUICIOS INQUEBRANTADOS

Efesios 4:31-32 NTV

Líbrense de toda amargura, furia, enojo, palabras ásperas, calumnias y toda clase de mala conducta. Por el contrario, sean amables unos con otros, sean de buen corazón, y perdónense unos a otros, tal como Dios los ha perdonado a ustedes por medio de Cristo.

• La falta de perdón y los juicios inquebrantados sobre las personas en nuestro pasado causan enojo hoy. Mientras más personas resentimos y juzgamos, más enojados y hostiles somos.

2) EL ANCLA DE LA PÉRDIDA Y EL DOLOR

• Una de las etapas del duelo que casi siempre atraviesan las persona cuando pierden a un ser querido es el enojo.
• El enojo relacionado con una pérdida o un dolor es algo normal y saludable que la gente siente.

Salmo 147:3 NTV

Él sana a los de corazón quebrantado y les venda las heridas.

• Si no entregamos nuestra pérdida en las manos de Dios y solucionamos nuestras emociones a través de la confianza, siempre seremos torturados por el enojo y una variedad de emociones confusas e impredecibles.

3) EL ANCLA DEL TEMOR

• Si tememos al fracaso, el rechazo, la enfermedad, la muerte o cualquier otra cosa, casi siempre nos enojaremos con los objetos que creemos que están provocando las cosas a las que tememos.

Juan 14:1 NTV

»No dejen que el corazón se les llene de angustia; confíen en Dios y confíen también en mí.

Salmo 23:4 RVR95

Aunque ande en valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo; tu vara y tu cayado me infundirán aliento.

4) EL ANCLA DE LA IGNORANCIA

• En una atmósfera de ignorancia, podemos enojarnos, tener prejuicios, y ser gente irrazonable.

Hechos 17:30-31 NTV

»En la antigüedad Dios pasó por alto la ignorancia de la gente acerca de estas cosas, pero ahora él manda que todo el mundo en todas partes se arrepienta de sus pecados y vuelva a él. Pues él ha fijado un día para juzgar al mundo con justicia por el hombre que él ha designado, y les demostró a todos quién es ese hombre al levantarlo de los muertos».

5) EL ANCLA DEL ACOSO ESPIRITUAL

• Hay momentos en que nuestras emociones son el resultado de manipulación espiritual y acoso.

Efesios 6:12 NTV

Pues no luchamos contra enemigos de carne y hueso, sino contra gobernadores malignos y autoridades del mundo invisible, contra fuerzas poderosas de este mundo tenebroso y contra espíritus malignos de los lugares celestiales.

• Sin ser desafiadas, es posible que las fuerzas satánicas produzcan sentimientos profundos de enojo y resentimiento por nada más que imaginación y emociones irritadas.
• Debemos aprender a ser sensibles a esto y a tomar rápidamente la autoridad sobre ellos cuando creamos que son la causa de nuestro enojo.

6) EL ANCLA DE LO IRREALISTA Y PENSAMIENTO EGOISTA

• Al negarse a pensar desinteresadamente o de manera realista, muchas personas enojadas constantemente elevan el estándar de vida y de quienes los rodean a un nivel donde el fracaso es inevitable.
• De hecho, no hay nada más seguro que el hecho de que la vida es brutal para aquellos que son egoístas y poco realistas.

Filipenses 2:4 NTV

No se ocupen solo de sus propios intereses, sino también procuren interesarse en los demás.

1 Corintios 10:24 NTV

No se preocupen por su propio bien, sino por el bien de los demás.

• Para liberarnos del enojo innecesario, necesitamos evaluar cuán egoísta y poco realista puede ser nuestra forma de pensar en cada área importante de la vida.

7) EL ANCLA DEL ESTRÉS

• El estrés hace que nuestros nervios se pongan nerviosos se deshacen y nos lleva a la frustración y el enojo.

Salmo 94:19 NTV

Cuando mi mente se llenó de dudas, tu consuelo renovó mi esperanza y mi alegría.

• Por el bien de nuestra propia salud y nuestras relaciones, debemos vigilar constantemente nuestro nivel de estrés y darnos cuenta de que nos robará de la alegría en la vida, ya que también nos lleva a arrebatos emocionales.

8) EL ANCLA DE LA CARNE (Falta De Habilitación Espiritual)

Galatas 5:16-23 NTV

Por eso les digo: dejen que el Espíritu Santo los guíe en la vida. Entonces no se dejarán llevar por los impulsos de la naturaleza pecaminosa. La naturaleza pecaminosa desea hacer el mal, que es precisamente lo contrario de lo que quiere el Espíritu. Y el Espíritu nos da deseos que se oponen a lo que desea la naturaleza pecaminosa. Estas dos fuerzas luchan constantemente entre sí, entonces ustedes no son libres para llevar a cabo sus buenas intenciones, pero cuando el Espíritu los guía, ya no están obligados a cumplir la ley de Moisés.

Cuando ustedes siguen los deseos de la naturaleza pecaminosa, los resultados son más que claros: inmoralidad sexual, impureza, pasiones sensuales, idolatría, hechicería, hostilidad, peleas, celos, arrebatos de furia, ambición egoísta, discordias, divisiones, envidia, borracheras, fiestas desenfrenadas y otros pecados parecidos. Permítanme repetirles lo que les dije antes: cualquiera que lleve esa clase de vida no heredará el reino de Dios.

En cambio, la clase de fruto que el Espíritu Santo produce en nuestra vida es: amor, alegría, paz, paciencia, gentileza, bondad, fidelidad, humildad y control propio. ¡No existen leyes contra esas cosas!

• Cuando exhibimos comportamientos como odio, resentimiento, enojo, discusiones y arrebatos de ira… podemos saber que estamos caminando en nuestra carne y no según el Espíritu de Dios.
• El Espíritu Santo nos capacita cuando admitimos nuestra necesidad de Él diariamente en oración y lo invitamos a nuestras vidas.
• A medida que aprenda a detectar y desarmar el enojo en su vida, también aprende a vivir en la paz que sólo Jesucristo puede traer.

CONCLUSIÓN:

• Cuando nos permitimos expresar enojo sin pecar, y afrontarlo, podremos liberarnos de las trampas del enemigo que el enojo no saludable puede causar.
• ¿Estamos realmente sometiendo nuestras emociones a Dios?
• ¿Estamos dispuestos a someter nuestro enojo a Dios?

Salmo 139:23-24 NTV

Examíname, oh Dios, y conoce mi corazón;

pruébame y conoce los pensamientos que me inquietan.

Señálame cualquier cosa en mí que te ofenda

y guíame por el camino de la vida eterna.