Vivamos En El Poder Del Espíritu Santo, Por El Amor (Gálatas 5:22-23)
Introducción
- La primera virtud del fruto del Espíritu Santo que aparece es – el amor de Dios {ágape} (Gálatas 5:22; Romanos 5:5).
- El Amor – alude al respeto, devoción y afecto voluntario e incondicional y sacrificial de uno mismo en pos de Dios y el prójimo (I Corintios 13:1-7).
- El amor – testifica de la obra del Espíritu Santo en nosotros, y todas las demás virtudes emanan del amor (Gálatas 5:6).
Permítanme hablarles primero, ¿cuáles son los enemigos del amor?
- El autor Aaron Menikoff, en su libro El Carácter importa dice: que los enemigos del amor son dos: el orgullo y el egoísmo.
- El amor – presupone una entrega y el orgullo no está dispuesto a entregarse, porque el único amor que tiene es hacia sí mismo.
- El amor – está dispuesto a perder la comodidad, a perder la posición, incluso a perder dinero por el bien de otro.
- El egoísmo – no quiere sufrir, el amor si, el egoísmo no es benigno, el amor si, el egoísmo envidia, el amor no, el egoísmo es jactancioso y se envanece, el amor no, el egoísmo hace lo indebido, el amor no, el egoísmo busca lo suyo, el amor no, el egoísmo se irrita, el amor no, el egoísmo guarda rencor, el amor no, el egoísmo se goza de la injusticia, el amor no, el egoísmo no se goza de la verdad, el amor sí (I Corintios 13).
- El amor – es el fruto del Espíritu, mientras que el orgullo y el egoísmo son obra de la carne (Gálatas 5:18-21).
- La vida cristiana por completo está construida sobre la base del amor: el amor a Dios y el amor al prójimo. Sin amor, evitamos a los demás; no servimos a los demás; nos alejamos; nos dividimos de los demás; y despreciamos a los demás, etc…
¿Qué significa el amor ágape?
- Sabemos que es un amor incondicional y sacrificial, pero, quisiera definirlo en una forma práctica como un deseo interno de dar a la otra persona lo mejor de nosotros mismos para su bien, aunque eso suponga la peor de las experiencias para nuestras vidas.
- Dios tuvo ese deseo y nos dio lo mejor de Él, a Su único Hijo para nuestro bien, aunque eso significó la peor de las experiencias para Él, y para el Hijo que terminó rechazado, crucificado y muerto en un madero.
- Miremos ese amor ágape o incondicional de Dios, primero comienza haciendo una oferta al otro, ofreciendo perdón y salvación a cada uno de nosotros.
- Y luego termina muchas veces persiguiendo a ese otro, para darle lo que él no quiere recibir, Su bien.
- Cristo amó al otro encarnándose para darle – Su compañía, Sus enseñanzas, Su amistad, Su corazón, Su mente, Su servicio, Sus promesas, y cuando ya no quedaba más por dar dio Su vida, porque amar es un verbo de acción y es dar al ser amado.
- No hay nada en el pueblo de Israel y en nosotros, que pudiere motivar el amor de Dios por nosotros, sino que el amor proviene más bien del carácter del que ama que de la condición del ser amado {no fue lo que teníamos que motivo el amor de Dios, sino lo que NO teníamos}.
El amor es la evidencia de que hemos entendido la cruz
- Cristo antes de ascender hasta lo sumo, tuvo que descender hasta nosotros y luego humillarse a lo sumo, hasta morir en la cruz, y por eso la dificultad que tenemos para amar es porque no hemos entendido las implicaciones de la cruz.
- Creo que toda nuestra vida debe ser cruciforme, y si no lo es, entonces para nosotros, el amor es un simple sentimiento, una emoción o solo palabras (I Juan 3:17-18).
- El amor – es un verbo, un llamado a la acción, porque según I Corintios 13, es una acción que da y hace (Juan 3:16).
- Notemos que Dios no dice que amó al mundo que sintió, … sino que dio lo mejor de Si a otros, a Su único Hijo.
- Amar – es dar y el dar se proyecta hacia afuera {otros}, y fuimos creados para amar y proyectarnos hacia afuera verticalmente hacia Dios y horizontalmente hacia otros.
- Cuando nos proyectamos hacia afuera amando, cumplimos con toda la ley y los profetas, los cuales fueron resumidos en dos mandamientos: amar a Dios y al prójimo.
El amor como evidencia del fruto del Espíritu Santo
¿Cuál es, entonces, la manera de amar a los demás?
- La respuesta es sencilla: como a nosotros mismo. Ahora, la palabra “como” es importante en el mandamiento de amar al prójimo.
- El cómo – es un término comparativo que nos permite observar cómo nos comportamos con nosotros mismos para saber cómo debemos comportarnos con los demás.
- Ahora bien, para amar a los demás, primero necesitamos amar a Dios con todo nuestro corazón, con toda nuestra alma y con toda nuestra fuerza {ser}.
- Eso hace que Dios llene nuestro ser de Su amor, y nos capacita para amarme a mismo y luego a mi prójimo.
- Pero, debemos amar a nuestro buen prójimo como también al prójimo enemigo (Mateo 5:43-44).
Ahora, ¿Por qué Cristo nos manda amar a nuestros enemigos?
- La respuesta Cristo mismo nos la da en Mateo 5:45 -48
- Sabemos que Cristo nos liberto y estamos bajo la gracia, pero, Pablo nos exhorta a poner límites a nuestra libertad para servir por amar a los demás y así cumplimos toda la ley (Gálatas 5:13-14).
- La libertad para vivir como individualista que tienes no es bíblica, sino la libertad bíblica es para amar a Dios y al prójimo (I Juan 3:10, 11, 14).
Conclusión
¿Qué se requiere para amar como Dios ama?
- El apóstol Juan no la contesta en Juan I Juan 4:7-8:
- Por tanto, no se puede amar sino conocemos a Dios, y si no lo conocemos la imagen que tenemos de Él esta distorsionada.
- Mientras más tengamos la imagen de Dios distorsionada, mejor lucimos nosotros y peor lucen los demás, menor es la motivación para amarlos.
- Pero, mientras mejor conocemos o vemos a Dios, peor lucimos nosotros. Mientras peor lucimos, menos orgulloso y egocentrismo somos y, por lo tanto, somos más dado para amar.
- En otras palabras, el amor de Dios nos deja sin excusas para amar.