Viviendo En El Poder Del Espíritu Santo Pt 1

Introducción

  • Cada uno de nosotros hemos hecho resoluciones de fijar nuevas metas y de cambiar cosas en nosotros.
  • No importa la resolución que se tome; al final, pocos logramos esas metas, y la pregunta es, ¿Por qué?
  • Al tratar de dar respuestas, hay muchas que pudiéramos dar, pero la realidad es que, para vivir una vida en obediencia al Padre, necesitamos andar y ser guiados por el Espíritu Santo (Juan 14:15-16, 26; 16:7 TLA).
  • La verdad es que los cristianos libramos una lucha en tres dimensiones o tres frentes de batalla diferentes:

 

1. Contra el mismo Satanás (I Pedro 5:8).  

2. Contra fuerzas espirituales de maldad (Efesios 6:12).

3.  Contra nosotros mismo (Gálatas 5:17; I Juan 2:15-17).

 

Estas tres luchas tienen un solo objetivo derrocar vuestra “FE” (I Timoteo 6:12; I Juan 5:4-5).

 

¿Cómo Podemos Triunfar En La Batalla Espiritual? (Gálatas 5:16-21)

  • La batalla en contra de la carne – es una batalla en la que vivimos todos los días continuamente, y que hay que pelearla con sabiduría, con determinación y en el poder del Espíritu de Dios.

 

Definir El Término Carne

  • El término carne en hebreo es “basar”, y en griego es “sarx”, de acuerdo con el contexto puede significar el cuerpo humano, la personalidad, lo terrenal, la naturaleza caída y los deseos o la concupiscencia de la carne que está en contraposición de Dios.
  • La palabra para concupiscencia {deseo} en griego es “Epithumia” – Es el impulso interno que nos incita a buscar la satisfacción de nuestros propios deseos egoístas, sin considerar la voluntad de Dios.
  • Es importante destacar que la concupiscencia no es pecado en sí misma, sino más bien una inclinación hacia el pecado (Santiago 1:13-15).
  • Adan y Eva al pecar sucedio algo terrible, tomaron la naturaleza pecaminosa del diablo, y amorteció su espíritu, dañó su alma y corrompió su cuerpo puro cambiándolo a una carne de pecado.

 

Compartiré tres puntos para triunfar con la batalla con la carne

 

 

1) La manera para evitar de tropezar o caer en la carrera cristiana, es andar en el Espíritu (Gálatas 5:16)  

 

  • La palabra para andar en griego es “peripateo”, un verbo imperativo presente que no es una opción, y que indica que esta manera de vivir debe ser continua.

 

¿Qué significa andar en el Espíritu?

  • Rendir nuestra mente, corazón, y voluntad al control del Espíritu de Dios, para obedecer a la palabra de Dios.
  • Cuando esa rendición se da, el Espíritu de Dios comienza a cambiar nuestra forma de pensar, hablar, actuar, valorar a las personas, libertad para pedir perdón, y libertad para someternos a las autoridades, y a unos a otros hermanos y cónyuges.
  • Se requiere obediencia en lo que Dios produce por el Espíritu en nosotros ese “querer y hacer” por su buena voluntad (Filipenses 2:12-13).

 

¿Qué es andar en la carne?

  • Andar según la carne es multidimensional. Por un lado, implica actuar conforme a los deseos de nuestra naturaleza caída.
  • Por otro lado, implica pensar como el mundo piensa en términos de fama, poder, dinero, prestigio, privilegio, posición, popularidad, y apariencia externa.
  • William E, Vine lo explicó de esta manera: El caminar según la carne es cultivar la amistad con el mundo; ceder a la influencia que debilita nuestra alianza con Cristo; es negar nuestro llamado a ser santos y nuestra relación con Dios (Santiago 4:4TLA).

 

 

2) Estar consciente que la lucha es entre lo que la carne y lo que el Espíritu anhela que hagamos (Gálatas 5:17)

 

  • Cuando el Espíritu viene a morar en nosotros, no viene a imponer Su voluntad y Sus deseos, sino que viene a capacitarnos para ejercer nuestra voluntad conforme a la voluntad de Dios.
  • En la obediencia a Dios, hace que el Espíritu transforme nuestras vidas de gloria en gloria a la imagen de Cristo (II Corintios 3:18).
  • De la misma manera tenemos lo que se requiere para obedecer a Dios, y me refiero al Espíritu Santo, pero al mismo tiempo, tenemos lo que se requiere para desobedecerle, y me refiero a la naturaleza caída con sus deseos pecaminosos.

 

Sin duda, la carne es nuestro mayor problema, ¿Por qué?

  • La carne – no puede ser regenerada como lo pudo ser nuestro espíritu, y no puede ser porque ella combate contra nuestra alma (I Pedro 2:11).
  • La carne – no puede ser enseñada a complacer a Dios, porque obedece a los impulsos de los deseos de la naturaleza caída (Romanos 8:8-9).
  • La carne – no puede ser transformada como el alma, solo puede ser restringida o negada de sus deseos. Y solo puede ser disciplinada. ¿Por qué? Porque será transformada en la venida de Cristo (Filipenses 1:6; I Juan 3:2-3).

 

  • Por eso, con razón, Pablo dijo en I Corintios 9:27: Sino que golpeo mi cuerpo {carne}, y lo pongo en servidumbre, no sea que, habiendo sido heraldo para otros, yo mismo venga a ser eliminado.
  • Pablo nos enfatiza a todos los hijos de Dios, la necesidad e importancia de ser guiado por el Espíritu de Dios (Gálatas 5:18; Romanos 8:14, 15-17).

 

 

3) Tenemos que librar la batalla de la carne hasta el final

 

  • Cuando leemos la expresión “pasiones carnales” en la Biblia, va mucho más allá de pecados extremos, ya que en la lista de Gálatas pone al mismo nivel la idolatría y la inmoralidad sexual a la enemista y la envidia (Gálatas 5:19-21}.
  • Nuestro Padre Celestial espera que nosotros nos ocupemos en nuestra santificación de tal manera que vayamos debilitando el poder de la carne en nosotros (I Tes. 4:3-8).

 

 

Conclusión

 

  • Y, por último, que hemos sido llamados por Dios a no usar nuestra libertad como pretexto para la carne, sino para servir por amor tu hermano (Gálatas 5:13-15).
  • Hay que tener cuidado con la falsa libertad, que es una libertad del individualismo que esta relacionada al “yo”, y al “egoísmo” que es idolatría al “Yo”, sirviéndoles a sus preferencias individualista.
  • La verdadera libertad viene de estar en Cristo, y de permanecer en Su palabra, siendo sus discípulos, y así conoceremos la verdad y ella nos hará libre (Juan 8:31-36).

 

 

Email my notes